20 años de viajar con La Barranca

20 años de viajar con La Barranca

CDMX 18 septiembre 2017| Reseña por Leslye Arredondo| Fotografías cortesía de OCESA por César Vicuña.

La imponente marquesina del  Metropolitan  apenas y lograba igualar el brillo que La Barranca cegó a todos los asistentes de esa mágica noche. No exagero. Nos quedamos atónitos y en estado de contemplación desde el primer instante.  No éramos fans los invitados a la gran celebración de 20 años de carrera artística de una de las bandas de culto que han marcado el curso de la historia del rock mexicano; éramos una extensión de las ondas musicales y el vaivén de la perfecta iluminación del escenario.

El ambiente se antojaba para algo más elegante y elevado, para algo más que el típico relajo que se espera en una presentación de este tipo. Comparado con su pasada actuación en el #ViveLatino17, esto fue un homenaje a la perfección, a la finura y al buen gusto que, mezclado con el enorme talento de las figuras artísticas que con gran humildad y gusto asumieron su papel, lograron cautivar en muchos niveles a los asistentes.

 

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Los cuatro reflectores que ocupaban un espacio escénico emitiendo luz naranja, no opacaron en lo absoluto el júblilo del señor Aguilera, quien siempre se mostró concentrado, echado para adelante y en un estado erótico que seducía a simple vista. La alineación actual, fue la encargada de llevarnos Al Final de la Playa y desde ahí, emprender un viaje que duró poco más de dos horas.

 

Después del primer bloque y de provocarnos con El Gran Pez, llegó una hermosa  sirena ataviada de mar para subir la frecuencia. Cecilia Toussaint conquistó oídos y El Desafío sacudió la marea, y nosotros, simplemente nos dejamos encantar. Cuando Alfonso André y Federico Fong se subieron al barco, las velas se alzaron y todos tomamos nuestro lugar con el cinturón desabrochado. Dirigieron a la tripulación a un lugar que todos esperábamos visitar: nostalgia. Resultó conmovedor y hubo gritos de ahogados: algunos por las lágrimas de los recuerdos, otros por haberse hundido en las olas que el Reptil desbarató al paso de una poderosa Cometa.

 

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La experiencia se volvió alucinante y nos hizo escapar de ese lugar poco a poco. Los exquisitos visuales con motivos prehispánicos, geométricos y motivos orgánicos, la iluminación que fue desde el rojo violento de un mar revuelto y picado, hasta el azul verdoso del alivio, de la brisa orquestada por los 8 músicos que ya se habían apoderado de la escena, fueron el extra que contó una historia alterna y se instaló en la memoria gráfica: un recurso que además de estar a la vanguardia de cualquier show internacional, suma exponencialmente y resulta extraordinario.

 

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La experiencia se volvió alucinante y nos hizo escapar de ese lugar poco a poco. Los exquisitos visuales con motivos prehispánicos, geométricos y motivos orgánicos, la iluminación que fue desde el rojo violento de un mar revuelto y picado, hasta el azul verdoso del alivio, de la brisa orquestada por los 8 músicos que ya se habían apoderado de la escena, fueron el extra que contó una historia alterna y se instaló en la memoria gráfica: un recurso que además de estar a la vanguardia de cualquier show internacional, suma exponencialmente y resulta extraordinario.

 

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Artillería pesada al ataque!

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Músicos de La Raíz le entran al slam

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