Babasónicos y sus 25 años de fe

Babasónicos y sus 25 años de fe

CDMX | 20 DE JULIO DEL 2017 | COBERTURA POR: JACQUELINE PONCE | FOTOS: CORTESÍA DE OCESA (JOSÉ JORGE CARREÓN) | 

Han pasado 25 años desde que la banda argentina empezó en la escena musical con su primer álbum de estudio: Pasto. El tiempo transcurre y a lo largo de su carrera adquieren más fans en México. Discos, sencillos, concierto tras concierto y poco a poco los músicos se ganan el amor de muchos fieles seguidores.  

Es de 20 de julio de 2017, muchos vienen de trabajar, lo muestra su ropa de oficina. Personas corren hacia el Teatro Metropólitan para no mojarse y poder disfrutar el cierre de la gira Impuesto de fe. Un revendedor ofrece boletos e incluso trae el mapa del Metropólitan para indicar donde serán los lugares si la gente se anima a comprar.

Se abre el telón, las luces alumbran a los siete integrantes de la banda. El público grita para recibirlos. De inmediato, las personas abandonan sus butacas y se ponen de pie para bailar al ritmo de Babasónicos. Un concierto semi acústico. El primer bloque está conformado por canciones “Natural”, “Sin mi diablo”, “Yegua”, entre otras.

Adrián Dárgelos saluda a la gente y agradece a todos los que acompañan a Babasónicos a lo largo de 25 años de trayectoria. Con el tiempo crean versiones nuevas de sus canciones, pero esto no es un impedimento para que los fans se emocionen con cada letra. En este concierto del Metropólitan, hay un xilófono que en varios momentos se vuelve el protagonista mientras el vocalista se sienta en el suelo, estira y encoje una pierna.

Con casi dos horas de concierto, Babasónicos brinda energía a las personas. Dárgelos no pierde la oportunidad de moverse de un lado a otro en el escenario. Continúan con “Valle de Valium”, “Cómo eran las cosas”, “Irresponsables”, “Putita” y “El loco”. Las luces juegan un papel fundamental en el espectáculo, ya que parpadean continuamente y al finalizar la canción iluminan al público de tal manera que no se alcanza a distinguir nada sobre el escenario.

Dárgelos se acerca a uno de los extremos del escenario y sube un pie. “¡Qué sexy es!”, dice una chava en el público. Otra chica viene del baño, lo ve y corre a su lugar para grabarlo. Finalizan con “Gratis”. Algunos esperan que terminen con otra canción y se escuchan comentarios encontrados: “Estuvo perfecto”. “Me hubiera gustado que cerraran con algo más movido”. “Cualquier canción es excelente para cerrar”.

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